El proyecto CAMPO GRAVITATORIO consistió en la disposición de 50 personas de pie al interior de la Galería Tajamar, donde mi cuerpo reposó acostado marcando con la cabeza el eje central de la estructura de la Galería.

Posteriormente los participantes, uno a uno tomaron los elásticos que estaban dispuestos entre los ventanales, para engancharlos en mi boca y así tensar el espacio con la estructura simétricamente preconcebida. Luego salieron del interior y se visualizó mi cuerpo atado y fusionado al espacio.

En el exterior, extendida se encontraba, una cama elástica tejida con residuos de obras anteriores, para que mi cuerpo, en el minuto que la acción lo reclamó, reposase en ella y fuese trasladado fuera del área de la Galería Tajamar.

CAMPO GRAVITATORIO sugiere un orden, una conjunción de fuerzas que interpretan el anhelo a la gravedad. Mi cuerpo como masa, pende de la estructura, tensando y reconstruyendo el lugar gracias a la interacción con los demás cuerpos, cuan testigos, al mismo tiempo, de la ilusión que manifiesta la crisis de nuestra realidad. Así la tendencia natural a la expansión es sostenible por los cuerpos circundantes, de lo contrario no es posible administrar tales fuerzas.